El renacimiento de los jardines franceses
Fue una empresa colosal, pero sólo llevó cinco meses. Un centenar de personas trabajaron sin descanso para lograr la hazaña de recrear los jardines formales del castillo tal y como eran en el siglo XVIII. Al fin y al cabo, durante el Renacimiento aún no existían. Debido a que Chambord se construyó en un terreno pantanoso difícil de urbanizar, los alrededores del castillo permanecieron bastante salvajes hasta la época de Luis XIV.
Las obras comenzaron en el siglo XVII, pero pronto se interrumpieron. Se reanudaron durante la estancia del rey de Polonia, Stanislas Leszczynski, que se instaló en Chambord entre 1725 y 1733. El soberano polaco se quejó de las epidemias de paludismo que afectaban a su séquito durante el verano, indicando que había llegado el momento de limpiar los pantanos. Las obras iniciadas bajo Luis XIV continuaron a partir de 1730: se construyeron puentes, diques, un canal y una terraza.
Una vez limpiado el terreno, estaba listo para un jardín formal basado en un diseño de 1734. Se plantó una superficie de 6,5 hectáreas, que más tarde se enriqueció con sorprendentes especies exóticas, como 250 piñas, 121 naranjos, un limonero y un tilo… Sin embargo, tras la Revolución, el jardín se deterioró por falta de mantenimiento. En el siglo XX, del jardín solo quedaban algunas zonas de césped… hasta 2016, cuando se puso en marcha el proyecto de recreación de los jardines de Chambord.
Revivir jardines perdidos
El césped, los parterres, las arboledas y los setos han recuperado su forma y tamaño originales. Algunas especies han sido sustituidas por otras: los castaños de indias y los bojes de antaño sufren ahora enfermedades, y otras especies de aspecto similar los reemplazan. En cambio, ¡han vuelto las piñas y los cítricos!
En total, este titánico proyecto habrá movilizado a un centenar de personas para replantar 618 árboles, 840 arbustos, más de 15.000 plantas de arriate y casi 11.000 plantas vivaces de flor. El proyecto se diseñó pensando en el desarrollo sostenible, con la elección de especies perennes que requieren poco mantenimiento y ningún tratamiento fitosanitario.
Desde la primavera de 2017, podrá admirar la magnífica floración de los 176 rosales y visitar los jardines, ¡durante mucho tiempo!