Cuentos en el Valle del Loira

Érase una vez el Loira...

Los cuentacuentos del Loira procuran transmitir tradiciones de cuentos y leyendas de la zona del Loira

La región del Valle del Loira ha sido siempre rica en cuentos, fábulas y leyendas. «La tradición se mantiene», analiza Nathalie Kiniecick, actriz y guionista de la compañía L’Intruse. «Impulsada por el río Loira, ese elemento natural que nos supera, indómito, la inspiración fantástica nos permite seguir creando cuentos, con nuevas facetas».

«El Loira siempre ha sido como un tren», afirma Nicole Bockem. «Antiguamente, se circulaba hacia ambos lados, subiendo o bajando la corriente. Era difícil atravesar el río. Las inundaciones eran muy temidas, por lo que es lógico que muchos cuentos y leyendas estén referidos a ellas.»

Cuentos nocturnos, Cuentos del Loira o Blois susurra: déjate arrullar por esas historias extraordinarias…

Los cuentacuentos

Cuentista del Loira, Nicole Bockem siempre ha vivido cerca del río real, que nace en las montañas, fluye con desenvoltura y desemboca en el océano. Esta nieta de barquero era considerada un bicho raro cuando empezó a contar. «¿Cuentas el Loira?», le preguntaban, con una pizca de curiosidad condescendente. Desde ese entonces, la declaración del Loira como patrimonio mundial de la UNESCO en 2000 ha otorgado un merecido reconocimiento a los cuentos y leyendas del Loira.

Nicole Bockem ha tenido que buscar en los archivos los rastros de cuentistas olvidados como Jean-Marie Rougé (muerto en 1956), el nivernés Raoul Toscan (1884-1946), Hubert Fillay, nacido en Sologne, y Clément Borgal (nacido en 1926), verdadero cuentista de las comarcas del Loira.

Los cuentos, principio universal e intemporal, y las leyendas, construidas a partir de un personaje real o de un lugar existente, invitan al diablo y a quienes dominan los elementos: molineros para el viento, herreros para el fuego, marineros para el agua y las corrientes.

En el puente de Beaugency, por ejemplo, se desarrolla la conocida historia del diablo que «autoriza» su construcción a cambio del alma del primero que lo atraviese. Una artimaña logrará engañarlo ya que el primero en cruzarlo será… ¡un gato!

La Loire à Saint Dyé, propice à toutes les histoires...  © OTBC

De crecidas y de cuentos

«También hay muchas leyendas en torno a las figuras de los santos, como por ejemplo, aquí, San Martín. Cuando transportaban sus restos por el Loira, de Candes a Tours, a su paso las ramas volvían a florecer: se lo llamó verano de San Martín», explica Nicole Bockem.

Lo mismo ocurre con Saint Mesmin, «que derrotó a un dragón, símbolo del paganismo».

Los cuentos de marineros –más raros, porque suelen ser de tradición oral– se refieren a las mujeres, al vino y a los náufragos. «Demasiado codiciosos, los barqueros suelen ser estafados por el diablo».

Las crecidas –como aquella terrible acaecida en 1866– también han inspirado cuentos y leyendas, como por ejemplo, Les Contes de Bellebat de Paul Barbier.

Cuentos nocturnos

«El río indica una dirección pero siempre nos sorprende, así como nos sorprenden los cuentos», añade Nathalie Kiniecick, joven actriz y guionista de la compañía L’Intruse y habitante de Saint-Dyé-sur-Loire. Con Jean-Claude Botton, de la compañía La Petite rue des contes, creó una intriga «inspirada en cuentos más antiguos compilados en uno solo».

Los cuentos nocturnos (con la asociación de caminantes Tour et détours) son interpretados además en Saint-Dyé-sur-Loire. «Saint Dyé viene de saint Déodat (Diosdado), que también venció al dragón. Este episodio ha dado origen a una leyenda narrada por Pierre Gripari en La Sorcière de la rue Mouffetard et autres contes de la rue Broca (La bruja de la calle Mouffetard y otros cuentos de la calle Broca)».

Duchas sonoras para escuchar bellas historias... © OTB

Blois susurra

Cuentos para escuchar en las calles de la ciudad real de Blois, cuentos susurrados, «murmurados» al caer la noche a la luz de las «farolas». ¿Es un sueño? No, es una animación original propuesta por la Oficina de turismo de Blois-Chambord desde el 2016 en las calles de Blois.

Materializados en el suelo por círculos, los espacios de los cuentacuentos se iluminan al paso de los paseantes, que se ven envueltos en un halo luminoso mientras dura el relato.

Imaginados por autores-cuentistas profesionales locales, los cuentos de «Blois chuchote» (Blois susurra) cuentan historias mágicas, divertidas o misteriosas, basadas en leyendas locales y en los nombres de las calles en que tienen lugar los susurros.

En ellos se evocan los fantasmas de la familia de Guisa, una piedra mágica, una princesa Carambar, una competición entre un rey y un ruiseñor, una naranja maravillosa o un espíritu del Loira