Kim En Joong nació en Corea en 1940. En la escuela de arte de Seúl, se dejó seducir por el arte occidental. En 1969 se trasladó a Suiza y encontró la vocación que buscaba en la espiritualidad de los monjes dominicos. Ingresó en la Orden en 1974. En Francia, descubre la luz de Provenza y Bretaña. Sus primeras vidrieras para la nueva catedral de Evry, en 1998, revelaron su talento como pintor de la luz en la arquitectura.
Desde entonces, ha acumulado una obra considerable que figura entre las más importantes del siglo XXI en Francia y en el resto del mundo: catedral de Vaison-la-Romaine, catedral de N'Djaména, basílica de Bruselas, iglesias, capillas y monasterios de Francia, Corea, Italia, Australia y Alemania. El artista ha renovado profundamente el arte de las vidrieras y ha abierto nuevas vías al arte sacro contemporáneo.
Su amistad con las principales figuras del siglo, tanto laicas como religiosas, y con escritores como Julien Green y François Cheng, ha alimentado un arte sin precedentes de la pintura con luz, fruto de la meditación personal y reflejo de la realidad natural. En agosto de 2010, el ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, le concedió la insignia de Officier de l'Ordre des Arts et Lettres por las 37 vidrieras de la basílica de Saint-Julien, en Brioude.
Desde entonces, ha acumulado una obra considerable que figura entre las más importantes del siglo XXI en Francia y en el resto del mundo: catedral de Vaison-la-Romaine, catedral de N'Djaména, basílica de Bruselas, iglesias, capillas y monasterios de Francia, Corea, Italia, Australia y Alemania. El artista ha renovado profundamente el arte de las vidrieras y ha abierto nuevas vías al arte sacro contemporáneo.
Su amistad con las principales figuras del siglo, tanto laicas como religiosas, y con escritores como Julien Green y François Cheng, ha alimentado un arte sin precedentes de la pintura con luz, fruto de la meditación personal y reflejo de la realidad natural. En agosto de 2010, el ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, le concedió la insignia de Officier de l'Ordre des Arts et Lettres por las 37 vidrieras de la basílica de Saint-Julien, en Brioude.