El promontorio rocoso sobre el que se levanta el castillo de Montpoupon, en Touraine, en el valle del Loira, fue elegido por un clan germánico, los Poppo, en tiempos de Carlomagno. La etimología del nombre está directamente vinculada a este clan: Mons Poppo (la colina del clan Poppo), que se convirtió en MONTPOUPON al evolucionar la lengua.
A finales de la Edad Media llegó a Montpoupon una familia que dejaría su impronta en la zona: los señores de Prie y Buzançais. Fueron Antoine de Prie y su esposa, Madeleine d’Amboise, quienes restauraron en 1460 el castillo, que había quedado en un estado lamentable tras la Guerra de los Cien Años.
De acuerdo con las ideas de la época, que tendían a una vuelta a la naturaleza, el marqués de Tristan -entonces alcalde de Orleans- adquirió la propiedad en 1763. El marqués decidió restaurar el castillo, realizando importantes obras para devolverle parte de su antiguo esplendor. Sus esfuerzos se vieron interrumpidos por la Revolución y, a pesar de los vientos de terror que soplaban, sólo se destruyó la capilla.
En el siglo XIX (1840), el castillo sufrió importantes reformas. Su nuevo propietario, el señor de Farville, hizo construir las dependencias actuales.
Finalmente, en 1857, Jean Baptiste de la Motte Saint Pierre adquirió la propiedad. La familia realizó obras a finales del siglo XIX y principios del XX para dar a Montpoupon el aspecto renacentista que tiene hoy.
El conde de Louvencourt, su sobrino y actual propietario, añadió a las dependencias el magnífico «Musée du Veneur», monumento conmemorativo de la familia.